Hasta entonces no hubo nadie más que él. Hasta ese momento no fue más que un forcejeo personal entre él y él mismo. Ningún otro se inmiscuía en eso. Después de que comenzaran a aparecer otras personas, claro, él fue otro hombre. Todo cambió, y ya no era el hombre virgen, con el derecho del virgen a insistir en el amor platónico. La vida, con el tiempo, se apodera de todas las virginidades, aunque tenga que secarlas; no importa cuántos deseos tenga el dueño de conservarlas. Hasta entonces había sido un joven idealista. Pero no podía quedarse en eso. Después de que empezasen a aparecer otras personas.
James Jones - De Aquí a la Eternidad
Gracias Abuelo, te pasaste!! Tus libros la llevan!
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