Eso fue lo primero que me dijo Alana cuando vio las tortillas anoche. Me dijo: Felipe, no son tacos, comeremos burritos!
Obviamente Jenny me llamó por teléfono porque no sabía mi dirección. Llegó junto con Roland a eso de las 8, mientras terminábamos de cocinar Alana y yo. Le enseñé a hacer guacamole, jejeje.
Todo lo que se llama conversación buena onda fue en lo que transcurrió el resto de la velada, hasta las 23:30 hrs, momento en el cual me encontraba ya lavando los platos, con algunas deficiencias menores motoras por las Coronas consumidas. Comentamos de todo un poco, llegamos a conocernos bastante más. Estuvo genial! Aún me quedan unas chelas en el refri.. qué rico!
Obviamente sobró cualesquiera cantidad de comida (nunca me mido, nunca me mido...) así que comeré relleno de tacos durante toda la semana...
Hoy es el gran día, la presentación en inglés. Estaba pensando salir corriendo y esconderme fuera del edificio hasta que pase la hora de la reunión del laboratorio. Sí, estoy un poquitín nervioso, pero hasta construí un cubito de Necker para los propósitos demostrativos.
Por los resultados previos, al parecer, la gente de este lado del mundo no puede dar vuelta el cubo a voluntad, sería una pena ver fracasar esa experiencia sensorial durante la presentación.
Ya cauros y cauras, de ahí les contaré cómo salió la cosa.
Au revoir!
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