Finalmente me cansé que despertarme en la mañana y de hallar un montón de pelos caídos en mis sábanas. Qué onda mi pelo??

En un arranque por sed de justicia, agarre unas tijeras y me di la paja de cortarme el pelo solo. Ni les cuento lo latero que resultó todo el proceso... leeeeeeeeeeeeeeeento. Obviamente no les iba a dejar sin recuerdos de este gran momento.

Lo más difícil sigue siendo la tijereteada de la nuca. Y los remolinos nunca son de mucha ayuda. Pero la sensación de que va quedando cada vez menos pelo que cortar es lo máximo.

Finalmente puse a prueba mi nueva máquina de afeitar de Jillete con 5000 navajas (sí, esta tiene 5, y es con jota para no hacer propaganda gratuita, mala la máquina culiada... jejeje). Era hora del rebaje a lo mero MACHO RECIO!

Hoy Simon me encontró en el lab y se mató de la risa. Tracey en casa primero no se dió ni cuenta, es asombroso lo poco detallista que es la gente. Especialmente cuando ni prestan atención a lo que ven o lo que tienen delante. Ensimismamiento extremo.
Bien, ahora lo más urgente es conseguir una gorra decente para no insolarme la pelada magnífica. Reluciente... y toda mía, muajajajaa.
Estoy esperando que se pase el calor infernal de afuera, para subir y comprarme esa gorra. Por mientras... les dejo con unos paisajes de mi futuro no muy lejano, de aquí a unos 45-60 días más.
Nueva Calentonia, allá vamos!!



(magnífica se ve en la foto)
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