Hola liños y liñas de Latino América, hoy me toca hablar de los prototipos masculinos y femeninos kiwis.

Prototipo Kiwi-Male
Más conocido como el He-Man de Oceanía, el hombre kiwi entre 20-30 años es algo así como el Príncipe Adam. Le gusta hacer ejercicio, vestirse con colores rosados y aparentar mucho estilo (el aparentar confianza es importa, no lo olviden). Es pintoso, no lo vamos a negar, pero muy tímido a la hora de socializar o de mostrar sus cualidades humanas, tanto al sexo opuesto como a los visitantes curiosos de Latino América.

Obviamente, el kiwi macho no es estúpido. Si lo fuese, no tendría ninguna opción con la interesantísima mujer-marimacho kiwi: Teela (pero ya llegaremos a ella eventualmente, no se preocupen). Debido seguramente a las muchas posibilidades de viajar del Príncipe Adam, éste llegó a conocer el secreto mejor guardado de las culturas escandinavas: el destilado de papa. Nada de tonto (ya ven) el astuto Príncipe Adam mandó a Orco (un pobre y discriminado Maori que usualmente trabaja de chofer de bus en las ciudades) a confeccionarle una petaquita con forma de espada, la cual mantiene guardada escondida quizás dónde en su cuerpo (mejor ni pensar en ello) hasta que la ocasión lo amerita, de la cual se toma sus sorbitos para transformarse en el héroe de la ocasión (nunca bailando en todo caso, la verdad aún no presencio una de esas magníficas transformaciones, parece que Adam es demasiado tímido inclusive para volverse He-Man en público).

He-Man es aparentemente capaz de todas las hazañas musculares (jugar rugby, cricket, montar las olas en una tabla de surf, pinchar con y enganchar a Teela en una relación fácil y superficial, etc) que hacen del kiwi el personaje notable e histórico que es. No confunda al granjero kiwi con el Príncipe Adam, ellos se dedican a lidear con ovejas monstruosas a lo largo y ancho de Kiwilandia del Sur (si no me creen, vean la película recientemente estrenada
Black Sheep), son otra ralea de hombres, algo así como Man-at-Arm. El Príncipe Adam abunda en Auckland los Viernes y Sábado por la noche en Quuen Street. No sale a carretear sin su petaquita.
Prototipo Kiwi-Female
Chucha! En cambio, estas minas son
de armas tomar por lo cual las bauticé como Teelas (hijas de Man-at-Arm, que nombre más guarro para el tío granjero del Príncipe Adam). Son mujeres hermosísimas, de piernas largas y musculosas, sin ningún pudor de andar tentando a los pobres latinos (nada de tímidos cuando comparados al Príncipe Adam) con sus piernotas.

Quizás dotadas de la legendaria y abismante diferencia en el tamaño de su cerebro con respecto al prototipo kiwi (nótese por favor, que esta realidad corresponde solamente a Kiwilandia, y ni cagando pasa en Latino América) además de las notables y bellas diferencias en la distribución y forma de ciertas glándulas corporales, Teela hace maravillosos despliegues de cortejo que aparentemente pasan desapercibidos por el Príncipe Adam.

Es por ello que, al igual que en los países escandinavos (de donde la petaquita de He-Man fue copiada) y para el infortunio del kiwi promedio (por su notable incapacidad de observación a fondo), el Orco de la micro o el extranjero que abunda en Auckland terminan atrapando la atención de las Teelas de Kiwilandia. Si bien no cumplen con el perfil de Adonis del Príncipe Adam, son más vivarachos y cumplen con hacer sentir a la marimacho Teela (una mujer que defiende su igualdad ante el hombre activamente, sin vergüenza ni pudor, cosa de ver los hotpants con los que salen a ventilar su femeneidad a las calles... uf, qué paisaje!) de que es una mujer valiosísima. Cosa que el kiwi promedio no puede ver ni entender.
Es interesante como en las otras culturas existen estas separaciones tan grandes de género. Unas son superhombres, y los otros son unos tímidos cabros chicos. Kiwilandia es un país de hermosuras, y de hermosos paisajes por descubrir... pero no por mí por supuesto, un hombre comprometido con el amor y con el interés meramente cientíifico-periodístico de describir el caracter de los personajes con los cuales me cruzo todos los días. Mis ojos y mis oídos lo atrapan todo...
Cheers!
Felicidades al Honorable Profesor Velásquez por su reciente cumpleaños! Le aconsejo venir para estos lados del universo conocido, acá las mujeres se lo pelearían.