Me dolió el corazón de felicidad (Relato)

From the top you can see so far into the distance
Look, it's downhill all the way from here
And getting there is quicker, let go and you just slide
Shouldn't take more than a year

I could almost like you
Now it's nearly over
Now you've showed some weakness
Now you're looking older

I heard what you said
And I recognised those feelings
I know how hard it is to watch it go
And all the effort that it took to get here in the first place
And all the effort not to let the effort show

I could almost like you
Now you're falling over
Now you're feeling hopeless
Now you're looking over your shoulder
Who's gonna come and find you?

If you can ride the backlash
There's still time for a comeback
You don't have to lie down and die
But Lazarus he only did it just the one time
He couldn't face another try

I could almost like you
Now it's really over
Now you're showed some weakness
Now you're looking over your shoulder

Who's gonna come and find you?
Who's coming up behind you?

(Downhill Racer, EBTG, Album Temperamental)

En la misma última deliciosa noche me llevó al Bungee que está en la mitad del centro de la ciudad. Se trata de una cápsula que es lanzada verticalmente hacia arriba por elásticos a 5Gs a unos 200 km/h por unos 5 segundos... unos minutos antes de llegar me preguntó cómo me sentía... le dije: un poco nervioso pero no tengo miedo, sonrió alegre para sí misma y guardo ese silencio que dice mil palabras. Continuó manejando.

Nos estacionamos al frente, me tomó del brazo y me llevó al Bungee. El tipo no estaba.

Yo le dije al llegar: Hay algo que quiero más que esto... un beso tuyo...

No me lo dió... pero tampoco me hizo sentir fuera de lugar. Quizás no estaba segura. Miré el reloj, eran las 10 de la noche del Lunes 11 de Junio de 2007. La cabina seguía vacía. Le hice una propuesta, aceptó.

Fuimos a buscar la maleta a la U y volvimos. Esperamos otro rato, el tipo aún no volvía. Me abrazó, y así esperamos mirando la cápsula, sintiendo ese calor que no deja entrar al frío.

La cabina ya no estaba vacía. Pagó por dos (regalo de despedida -me dijo) y me subí más nervioso, emocionado por la idea de sufrir grandes perturbaciones sensoriales. Nos colocaron los cinturones entre tallas y risas.

Se volteó hacia mí justo antes de ser lanzados hacia las estrellas... muy suavemente, me miró y me dijo:

-Te traje aquí, para que sepas... que tú me haces sentir justamente esto. Este nerviosismo previo, el mareo en la guata justo antes y la sensación de ser lanzada por los aires a velocidades increíbles...

Y algo hizo click en mí. Nunca me había pasado... alguien me había hablado en términos propios. En sensaciones... no en descripciones abstractas ni románticas, promesas idiotas... sino en cosas tan reales que yo mismo podía estar sintiendo en ese momento.

La verdad... no sé si a ustedes les haya pasado... pero por primera vez en mi vida, todo hizo sentido, mi soledad... mi forma de ser... mi melancolía... su presencia, su mano en la mía justo antes de sentir mi primera experiencia extrema...

Tengo mucha suerte, tengo tanta como dolor en mi pecho... pero insisto en que es un dolor que sana, que no hace ningón mal. Que me da derecho de existencia. Pero que al mismo tiempo me dice... mira que la mujer ideal existe... es tan ideal que no formas parte de sus necesidades inmediatas... sino que es un espíritu tan libre, que debieses aprender a caminar derecho... a disfrutar por fin de lo que eres y de lo que provocas en los demás, sin miedos ni intereses a largo plazo...

Soy un suertudo. Ella... chucha... sí, ella sí que es algo... especial...

¿Yo? ¡Ja! Existo pa ser descubierto... y pa mandarme a cambiar justo después, porque es el camino que elegí...

Mientras ella hace perfectos 180's en snowboard en las montañas... yo medito en que estoy aquí para mostrar cosas diferentes a los demás y que si persisto logro encontrar lo que busco... recuerdos sus besos de ese 11 de Junio y pienso en lo que me depara el incierto futuro...

Dedicado a la Reina del Snowboard