... la pieza llena de papers, dispersos sobre una cama de colchón KING SIZE que no uso apropiadamente hace semanas... más papers en el disco duro... es fácil perderse entre los subrayados aquí y allá, las ideas no permanecen frescas porque se las lleva el viento al abrir la ventana... e incluso así el cansancio no derrota las metas, los papers bien podrían transformarse en castillos de papel en mi cerebro, o mejor aún en pilares de teorías a medio tejer...
Sí... cansado... pero vivo, aunque a veces todo se reduzca a montones de papeles por leer, un constructo de vida social por 3 meses, de bailes, de idas al cine, de comidas en restaurantes raros, de paseos a la playa, a los volcanes, a los zoológicos y museos... todo recubierto de chocolate, porque si no... sería intragable...
Y las imágenes pixeladas de los seres queridos, sus voces transformados a electrones viajando a velocidades increíbles por cables de cobre, sus gestos aplastados a la bidimensionalidad de una pantallita de cristal líquido... todo parece tan irreal a veces... como la cama que no uso como cama, como los castillos de papel impresos con conocimientos que no sirven para llenar los vasos vacíos que quedan en la mesa... esta mesa que yo mismo me he servido...
... lo más real ha sido un bebé en mis brazos, babeándome la cara, jugando con mi corto cabello, urgando en mis orejas por aquellas cosas que son todo para él... soplaré esta luz para siempre de la faz de la vela que ilumina mis pensamientos... al menos el viento se las llevará, más tarde que temprano...
... bienvenidos a mi nave espacial...
Sí... cansado... pero vivo, aunque a veces todo se reduzca a montones de papeles por leer, un constructo de vida social por 3 meses, de bailes, de idas al cine, de comidas en restaurantes raros, de paseos a la playa, a los volcanes, a los zoológicos y museos... todo recubierto de chocolate, porque si no... sería intragable...
Y las imágenes pixeladas de los seres queridos, sus voces transformados a electrones viajando a velocidades increíbles por cables de cobre, sus gestos aplastados a la bidimensionalidad de una pantallita de cristal líquido... todo parece tan irreal a veces... como la cama que no uso como cama, como los castillos de papel impresos con conocimientos que no sirven para llenar los vasos vacíos que quedan en la mesa... esta mesa que yo mismo me he servido...
... lo más real ha sido un bebé en mis brazos, babeándome la cara, jugando con mi corto cabello, urgando en mis orejas por aquellas cosas que son todo para él... soplaré esta luz para siempre de la faz de la vela que ilumina mis pensamientos... al menos el viento se las llevará, más tarde que temprano...
... bienvenidos a mi nave espacial...
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