Emocionado señores y señoras, emocionado. Ultimas horas en Auckland han sido un remolino de emociones fuertes y bacanes. Hoy es la última despedida, con mis amigas de la casa.
El fin de semana llegó Gabriel, Matías, Waleska, Cristina, Rob y Caroline, Jenny y Roland, estaban Tracy y Alana también. Comimos como cerdos, hablamos cualesquiera cantidad, fue una mezcla increíble de risotadas en chileno y kiwi (ya que decir español e inglés es poco preciso)... de hecho me sorprendí de que las autoproclamadas 'más viejas' se fueran las últimas, a eso de las 00.30 hrs.
Jenny se veía fantástica (ya se le nota la guatita del embarazo) con Roland. Fue muy lindo que Rob visitara antes de pasar a otra fiesta. Hubo una serie de intentos de hacer malabarismo con los socks pois de Alex (ups! abrí su regalo... jejeje), que son unos pois que están metidos en una pieza de género que parece un calcetín (las bolas son fosforecentes, se ven increíbles de noche).
El único que arrugó fue Simon. Pero bueno, igual el clima estaba medio feo, se entiende.
Suficiente vino... suficientes abrazos. Me doy cuenta de que lo mejor ha sido hallar un camino hacia el corazón de estas maravillosas personas, y notar que me sonríen de regreso.
Besos a todos... abrazos a todos... el próximo reporte será desde territorio paradisíaco francés.
Au revoir mes amies!
El fin de semana llegó Gabriel, Matías, Waleska, Cristina, Rob y Caroline, Jenny y Roland, estaban Tracy y Alana también. Comimos como cerdos, hablamos cualesquiera cantidad, fue una mezcla increíble de risotadas en chileno y kiwi (ya que decir español e inglés es poco preciso)... de hecho me sorprendí de que las autoproclamadas 'más viejas' se fueran las últimas, a eso de las 00.30 hrs.
Jenny se veía fantástica (ya se le nota la guatita del embarazo) con Roland. Fue muy lindo que Rob visitara antes de pasar a otra fiesta. Hubo una serie de intentos de hacer malabarismo con los socks pois de Alex (ups! abrí su regalo... jejeje), que son unos pois que están metidos en una pieza de género que parece un calcetín (las bolas son fosforecentes, se ven increíbles de noche).
El único que arrugó fue Simon. Pero bueno, igual el clima estaba medio feo, se entiende.
Suficiente vino... suficientes abrazos. Me doy cuenta de que lo mejor ha sido hallar un camino hacia el corazón de estas maravillosas personas, y notar que me sonríen de regreso.
Besos a todos... abrazos a todos... el próximo reporte será desde territorio paradisíaco francés.
Au revoir mes amies!
1 comentario:
suerte 'campion'
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