ESCENA UNO
[ EFX (efectos especiales):
Una Nissan Terrano azul en medio de un claro en la selva tropical de Maré. Son las 10 am, está nublado, con un viento suave pero frío. Estoy sentado en el asiento del copiloto con el asiento reclinado a 45 grados, con las piernas extendidas y los pies descansando justo sobre la guantera, el cuaderno negro apoyado sobre los muslos. Lápiz a tinta negra en mano. El suave ulular del viento, más el cantar esporádico de algunos pájaros constituyen los sonidos naturales. La banda sonora es el álbum 'Finally we are no one' del grupo Múm. ]
Los días han pasado volando. Casi he perdido el sentido del tiempo entre la semana pasada y ésta. Terminado el primer grupo de individuos de mi experimento y con más de 20 cintas en mi pieza para analiz...
--- ESCENA CORTADA ---
ESCENA CINCO
[ EFX:
Un rectángulo inclinado deja ver un mordisco de cielo azul navegado por densas, blancas nubes. Se mueven lentamente. Un poco de brisa entra por la ventana y se puede sentir en mi piel cubierta de vello. Con las piernas cruzadas, la espalda en el suelo, recostado escribo otra vez mientras la banda sonora se vuelve clara: álbum 'Takk' de Sigur Ros. ]
Satisfecho. El queque estaba espectacular. Pasión de multitudes diría un entusiasta, más entusiasta que yo por supuesto. Me duele un poco la palma de la mano derecha, cuando sostengo el lápiz. Creo que me contracturé levemente ayer rompiendo el coral con el chuzo, cuando con Gavin reinventábamos otro de los artefactos que los humanos ideamos para ocultar los desechos de nuestra naturaleza biológica: la letrina.
Me he sentido solo nuevamente. Ha de ser por esa visita en sueños de mi mujer Diez. Es una especie de mezcla entre las pocas que han entrado en mi vida. Un degradé de las recientes, pero más que nada, predominan elementos de una en particular. Y me sorprende lo mucho que mi estado de ánimo es influenciado por estas percepciones oníricas, tan vívidas, tan llenas de exquisitos detalles que puedo revivir despierto: color de piel, curvatura de la clavícula, expresión de los ojos, movimientos de los cabellos, la fuerza arrebatadora de una sonrisa pícara, la ternura de una sonrisa comprensiva, mil detalles más. ¡Oh, mi cabeza! Si solamente dejases de atormentarme cons tus imposibles deseos, y tus percepciones ilusorias.
Trabajo por las noches, sueño de madrugada, trabajo de mañana, cocino de tarde, nado de tarde en tarde, cansome (me canso).
Se me cierran los párpados, una protesta contra las insuficientes cinco horas de sueño al día (nada parece ser suficiente en estos días), lo cual me recuerda que no sólo echo de menos el descanso sino que anhelo en este corto descanso de mediodía una segunda piel para morder, saborear, oler, acariciar y amar.
Ayer arreglé el techo por segunda vez. Otro tubo de silicona se ha desparramado sobre las superficies irregulares de las tablas de madera del entretecho y del material con el cual se han construído las planchas del techo de N'caparel (la casa de los Kuakua, la maison du Corbeau). La caca de ratoncitos en el entretecho no logró sorprender a nadie. Sí lo hizo un gecko que salío disparado cuando un rayo de luz de la linterna le iluminó en su escondite.
Me pongo la almohada en la frente. Es un alivio estar recostado en el piso (puedo sentir el frío del concreto entrando en mis vértebras). Ojalá la almohada fuese una mano ajena, o aún mejor, una pierna ajena. No me importaría si fuese una linda pierna.
Quiero dormir. Quiero decirle a Pedro: Feliz Cumpleaños, la vida no termina en Japón. Y que siempre le querré.
Quiero esa segunda piel. A su dueña le quiero hacer el amor en mi mente, Porque para eso sí que soy bueno y no para esta larga espera en el trópico, con una pieza amplia que no puedo compartir excepto con geckos, lagartijas y una miríada de insectos (un ejército invasor). Bueno para amar y para deleitarme en la exquisita sensación de compartir mis sonrisas, mis lágrimas (muy secas, últimamente, muy olvidadas) y mis incontables sueños de una vida más simple.
Buenas tardes, este autor ahora cerrará sus ojos a la tarde y a sus cavilaciones.
--- FIN DE ESCENA CINCO ---
Escribí esto hoy. Sentí una necesidad grande de abrir el espacio infinito de la separación física, dejarles entrar en mi mente y permitirles acariciar mis percepciones como lo hace el viento suave pero frío con vellos de mi piel. Hasta me hice el tiempo para subir estas fotos antes de caer Zzzz...


Y al fin y al cabo, me transformaré en un cuentista científico, con mis test no-paramétricos y mis p <>, en el sentido estricto de la palabra. Incluso cuando sea algo significativo, estadísticamente hablando.
[ EFX (efectos especiales):
Una Nissan Terrano azul en medio de un claro en la selva tropical de Maré. Son las 10 am, está nublado, con un viento suave pero frío. Estoy sentado en el asiento del copiloto con el asiento reclinado a 45 grados, con las piernas extendidas y los pies descansando justo sobre la guantera, el cuaderno negro apoyado sobre los muslos. Lápiz a tinta negra en mano. El suave ulular del viento, más el cantar esporádico de algunos pájaros constituyen los sonidos naturales. La banda sonora es el álbum 'Finally we are no one' del grupo Múm. ]
Los días han pasado volando. Casi he perdido el sentido del tiempo entre la semana pasada y ésta. Terminado el primer grupo de individuos de mi experimento y con más de 20 cintas en mi pieza para analiz...
--- ESCENA CORTADA ---
ESCENA CINCO
[ EFX:
Un rectángulo inclinado deja ver un mordisco de cielo azul navegado por densas, blancas nubes. Se mueven lentamente. Un poco de brisa entra por la ventana y se puede sentir en mi piel cubierta de vello. Con las piernas cruzadas, la espalda en el suelo, recostado escribo otra vez mientras la banda sonora se vuelve clara: álbum 'Takk' de Sigur Ros. ]
Satisfecho. El queque estaba espectacular. Pasión de multitudes diría un entusiasta, más entusiasta que yo por supuesto. Me duele un poco la palma de la mano derecha, cuando sostengo el lápiz. Creo que me contracturé levemente ayer rompiendo el coral con el chuzo, cuando con Gavin reinventábamos otro de los artefactos que los humanos ideamos para ocultar los desechos de nuestra naturaleza biológica: la letrina.
Me he sentido solo nuevamente. Ha de ser por esa visita en sueños de mi mujer Diez. Es una especie de mezcla entre las pocas que han entrado en mi vida. Un degradé de las recientes, pero más que nada, predominan elementos de una en particular. Y me sorprende lo mucho que mi estado de ánimo es influenciado por estas percepciones oníricas, tan vívidas, tan llenas de exquisitos detalles que puedo revivir despierto: color de piel, curvatura de la clavícula, expresión de los ojos, movimientos de los cabellos, la fuerza arrebatadora de una sonrisa pícara, la ternura de una sonrisa comprensiva, mil detalles más. ¡Oh, mi cabeza! Si solamente dejases de atormentarme cons tus imposibles deseos, y tus percepciones ilusorias.
Trabajo por las noches, sueño de madrugada, trabajo de mañana, cocino de tarde, nado de tarde en tarde, cansome (me canso).
Se me cierran los párpados, una protesta contra las insuficientes cinco horas de sueño al día (nada parece ser suficiente en estos días), lo cual me recuerda que no sólo echo de menos el descanso sino que anhelo en este corto descanso de mediodía una segunda piel para morder, saborear, oler, acariciar y amar.
Ayer arreglé el techo por segunda vez. Otro tubo de silicona se ha desparramado sobre las superficies irregulares de las tablas de madera del entretecho y del material con el cual se han construído las planchas del techo de N'caparel (la casa de los Kuakua, la maison du Corbeau). La caca de ratoncitos en el entretecho no logró sorprender a nadie. Sí lo hizo un gecko que salío disparado cuando un rayo de luz de la linterna le iluminó en su escondite.
Me pongo la almohada en la frente. Es un alivio estar recostado en el piso (puedo sentir el frío del concreto entrando en mis vértebras). Ojalá la almohada fuese una mano ajena, o aún mejor, una pierna ajena. No me importaría si fuese una linda pierna.
Quiero dormir. Quiero decirle a Pedro: Feliz Cumpleaños, la vida no termina en Japón. Y que siempre le querré.
Quiero esa segunda piel. A su dueña le quiero hacer el amor en mi mente, Porque para eso sí que soy bueno y no para esta larga espera en el trópico, con una pieza amplia que no puedo compartir excepto con geckos, lagartijas y una miríada de insectos (un ejército invasor). Bueno para amar y para deleitarme en la exquisita sensación de compartir mis sonrisas, mis lágrimas (muy secas, últimamente, muy olvidadas) y mis incontables sueños de una vida más simple.
Buenas tardes, este autor ahora cerrará sus ojos a la tarde y a sus cavilaciones.
--- FIN DE ESCENA CINCO ---
Escribí esto hoy. Sentí una necesidad grande de abrir el espacio infinito de la separación física, dejarles entrar en mi mente y permitirles acariciar mis percepciones como lo hace el viento suave pero frío con vellos de mi piel. Hasta me hice el tiempo para subir estas fotos antes de caer Zzzz...
EL TRABAJO DE MESES CONCRETIZADO
Primer grupo de 4 observadores
4 días de recolección de datos
Faltan otros 2 ó 3 grupos (dependiendo de los resultados
4 días de recolección de datos
Faltan otros 2 ó 3 grupos (dependiendo de los resultados



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