jueves, abril 10, 2008

Dedicado a Postcolombinos

Estimados Señores PostColombinos (PC),

Con supremo agrado y total deliberación, he decidido escribir algo en el aquí y en el ahora, que me trae hoy la noche. Y desde ya, quiero me permitan expresarme en los términos más honestos de mi pobre narrativa de subdesarrollado, que si bien es lo que hay trae sólo cosas que me pertenecen y que nunca serán de otra persona. Quizás es ahí donde reside la virtud del gesto de compartir esos rincones que nos son propios entre galantes hermanos de las letras... hermanos al fin y al cabo de todos los momentos que distorsionamos sobre el papel o el teclado para trasformarlo en la material ductil del flujo contínuo y reberberante de las ideas.

Clousure.


El Fantasma

Tengo este fuerte recuerdo que cala hondo en mis penas y hace brotar un sufrimiento ciego que quema mis ojos. Todo vuelve a llenarse de ese ruido que empaña la visión de tu existencia a mi lado. Como un recuerdo sucio, proveniente de una sala de espejos donde un ojo tuyo es más grande que el otro, y tu sonrisa benévola (esa que me hacía estremecer en los momentos más dulces) se transforma en una risotada grotesca que borra toda sensación grata del tiempo que pasamos juntos. Los goznes de una puerta que creí cerrada en mis recuerdos sueltan tenebrosos alaridos delirantes.

Cada vez que te miré... te toqué... e intenté saborear el olor de tu cuerpo descansando sobre el mío, una imagen del fantasma reptaba fuera, sobreponiéndose al tuyo.

En mi memoria encuentro la sensación del temple de tu tranquila mirada, sosiega y amorosa, cálida en la punta de tus dedos. Junto a ella, la repentina intrusión de unos ojos vacíos desde una oscura esquina del cuarto donde ronda tu recuerdo. Aparece junto a tu olor, tus gestos y tus palabras que me parecían las más tiernas caricias. Con sus manos frías, tiesas sobre mis hombros, veo morir tus palabras en su aliento.

En la profunda negrura que trae consigo la presencia que se coloca detrás de tus ojos, detrás de tus tonos, de tus movimientos, puedo reconocer la misma fuente de mis eternos temores. Es una calavérica maqueta de las cosas que nunca fueron, que me cansé de idealizar en un río de lágrimas amargas, y que se mueve como una marioneta magra y sin relleno al son de mis melodías más tristes que nunca osé terminar.

Es en este resquebrajar de tus sombras, mientras te mueves a mi lado en esta gran casa donde reside mi corazón confuso, veo sus enormes blancos ojos de plástico deseando poseer todos mis momentos, ahora y en el futuro. Y en tu amor no hallo refugio. Ni en la larga comprensión que expresaste con la mudez de tu boca mientras te relaté mis horas más tristes y solas. Ni en tus caricias sobrecogedoras. En todas ellas, veo al fantasma detrás de ti.

Aceptaste al fantasma en mí, y un cuarto de tu amor se hundió en mi lodo, perdiéndose para siempre. Y eso también lo aceptaste, y el fantasma habitó entre nosotros.

Otro cuarto se lo tragó la marioneta de los ojos vacíos mientras hacía cabriolas y giraba frenéticamente al son de mis canciones sin terminar y tus suspiros de comprensión. En el claqueteo escalofríante de sus suecas se evaporaron mis tristezas y mis miedos se multiplicaron.

Un cuarto permanecío entre mis frágiles manos. Temiendo entregárselo feliz en sueños al fantasma, no volví a conciliar el sueño. Y tus ojos dejaron de mirarme directo a los míos. Seguramente, distinguías en mi trémula mirada esos inertes ojos vacíos que llenaban mi cuerpo de recuerdos que no lograbas borrar.

Sé que con rabia te tragaste el útimo cuarto. Es la única parte de tu amor que nunca pude tocar ni sentir. Esperabas, con tu corazón de niño y tus mil entregas de confianza hacia mí, que un día el fantasma se habrá desvanecido por completo y que entonces, ese trozo sanaría todas las heridas, e inundaría las grietas de mi ajado pasado fantasmal.

Había tanto ruido en mis percepciones que jamás pude verte claro, diáfano contra la luz del día. Yo permanecí abrazada a esa marioneta fantasmal de mi pasado.

3 comentarios:

Hans dijo...

Gracias por la dedicatoria. Fantasmas, fantasmas, fantasmas... nos persiguen donde vayamos, se aparecen, mutan, vuelven, se disfrazan de recuerdos. Me parecio notar cambios de genero en el narrador?? si es asi, interesante; sino, bueno...lo parece. Oiga senior Medina, segun entiendo Vuesa Merced esta en calidad de PostColombino invitado, cierto? Pues haga el honor de publicar algo en nuestro pasquin-virtual. O al menos haga saber que existe este relato pa que le comente el resto. Desgarrador a veces el relato. Comidillo: Es Autobiografico??
Hans.

PS: You Bloody Rubbish!!!...cuando chucha te vay a aparecer por el cyberspace???
PS2: Un abrazo

Felipe dijo...

Es un poco biográfico pero no "auto", jejeje... y el género durante todo el relato es el mismo, se trata de una mujer mai fren.

Merci beaucoup por el comentario, te veré luego en el ciberespacio.

Cheers mate!

noib dijo...

oye felipe, efectivamente como dice el profesor Hans, usted ha recibido una invitación a participar como PC invitado. el asunto es así: a partir de mayo se abre la sesión de los invitados. vocé puede aparecer como invitado del Hans o mio. eso queda ap tu yu.
la idea es que mandes un escrito previamente, el editor respectivo le echará un vistazo y te dirá cual será la fecha de publicación. así de sencillo fácil y bonito y gratis más encima.

respecto de tu cuento, está cuático el asunteque de los fantasmas, se vive todo el rato entre eso gordos mentales. en el relato a veces me pareció recordar algo así, a decir verdad más de una vez.

un saludazo mano, y me alegra que se empiece a convertir en un PCi.

un abrazo a los quihuis