jueves, julio 28, 2011

.. porque si no soy chocho, no puedo ser padre de verdad


Mi linda hija Zoé está aprendiendo a sentarse erguida, mientras yo me hundo en incontables fotos digitales de cerebros de cuervos, soñando despierto de tardes pasadas afuera, entre parques y playas invernales empujando su coche y susurrándole un arrollo sin fin de castellano chileno al oído.

Ya voy. Me falta poco y al mismo tiempo mucho, pero ya voy.

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