jueves, febrero 07, 2008

Me he imaginado muchísimas veces escribiendo mis sensaciones en papel o en pantalla, con una inmensa satisfacción que produce un trabajo bien hecho. A veces sin embargo, las cosas sólo pueden ser tan buenas como inexactas las palabras, frases, analogías pueden ser. Incompletas, insatisfactorias. Las fotos ayudan un montón. El resto... bueno, eso siempre queda prisionero en la dimensión de las sensaciones personales.
-Fin del Prólogo




El Viaje al Centro de la Tierra Atacameña
Aventuras de Horny-torrinco, Pejelagarto y Marmota

Días 0-1-2-3 (Lu-Ma-Mi-Ju)

Todo partió semanas atrás, en una furtiva conversación de chat en el MSN. Rodrigo (Pejelagarto) decidió dejarme un mensaje offline y yo agarré papa. Le escribí al toque y le confesé mis planes de sorprender a mis papás en Enero. Los pasajes fueron comprados la semana siguiente. Le había dicho a la Iguana Escamosa que iría sí o sí a verle antes de que él partiese a las frías tierras germanas cerveceras.

Las promesas se transformaron en una realidad vertiginosa cuando le mandé un mensaje vía celular a Mau (Orni Horny) invitándole al Norte por una semana, destino: San Pedro de Atacama.
Luego de breves litigios de ese mismo día Lunes, compramos pasajes de bus semi-cama para temprano el Martes, llegaríamos en la tarde a Coquimbo y tomaríamos el bus de la noche a Antofagasta.

Nos arreglamos un almuerzo
fast and furious (pero sabroso) en el departamento de los papás de Platypus, y pescamos las cosas para viajar hasta la tierra de los Dragones de Komodo, no sin antes capturar ciertos íconos de Coquimbo que llamaron mi atención. Consejo útil para viajes en el futuro: NO TOMAR BUSES DE TURBUS.

El departamento de los papás de Mau (Héctor y Sonia)

La mezquita de Coquimbo

Los "pieles rojas ecuatorianos"... pfff

Llegamos tempranito a Antofagasta y buscamos en los Rent-a-Car por un arriendo conveniente para nuestro presupuesto (Commonwealth lo llamó Mau). Fue una pérdida de tiempo inútil, como lo son la mayoría de las pérdidas de tiempo. Aprendí lo difícil que a veces resulta aceptar lo obvio: las cuentas de Bancos Internacionales tienen sus limitaciones. A veces tienes la plata pero igual no puedes acceder a ella.


Tío Alfonso y el negocio de empanadas

Nos recibieron ultra bien en casa del Gecko Repugnante. Creo acertar en esto: cualquiera que conozca a Loreto, Alfonso, Carolina y Rodrigo, irremediablemente, les entrega en su corazón uno de los sitios donde el amor abunda y florece. Siempre un agrado, siempre una alegría que en lo personal me hace olvidar muchas malas cosas, y a la vez, que me gusta compartir con otros verdaderos amigos (con el pone-huevos-exhuda-leche, en este caso). Creo que fue una acción buenísima.


Nos dispusimos a celebrar como correspondía tal magnífico evento amistoso. Chelas, vinos y empanadas. Conversaciones fluyeron y las risas se regalaron, para la bienaventuranza de los que hemos vivido entre ex-caníbales los últimos meses. No es un comentario fuerte, la intención más bien es recalcar la disparidad. Un contraste de gamas humanas que he aprendido a estudiar, amar y a odiar, en medidas iguales.


Carola jugando con el lente 70-300

Lo pasamos de pelos. Aún con ene impases, Tío Alfonso se consiguió la camioneta. Teníamos todo lo que los atrevidos necesitan para adentrarse en las aventurosas y áridas extensiones del Desierto. Los consejos de padre hicieron darme cuenta de que las manifestaciones de amor a veces son posesivas, ultrajantes y extremadamente hermosas. Sólo, que a veces nos cuesta reconocer a primera vista las fuerzas poderosas que actúan detrás de ellas. Ese afecto no se transa. A la tarde siguiente estábamos en marcha hacia Baquedano-Salar de Atacama-Laguna de Chaxa-San Pedro de Atacama.


Día 4 (Vi)

El Viernes a eso de las 3 p.m. estábamos camino a Baquedano. Paramos ahí por un almuerzo rico en proteínas, verduras y moscas. El itinerario era recorrer lo máximo antes de llegar en la noche a San Pedro.



Rodrigo nos mostró el Salar de Atacama, bajo esa mirada del geólogo enamorado por las rocas, el paisaje y el Sol.

¡¡¡Fatality!!!

Los vaqueros del Desierto

"¡Marmota!" "¡Lagartija!"




Aprendí de inmediato que no era raro pasarle la lengua a las piedras. Cada mezcla de elementos ha de tener un sabor diferente.


Mmmmh... así sabe la sal al natural

Cristal de sal

Agua en medio del desierto


Nos jugábamos muchas bromas en la camioneta. Ya fuesen estas sobre las fotos, el nuevo set de parlantes, las tormentas de arena, o simplemente, sobre aquellas ideas locas que asaltan la mente de los hombres que se sienten libres y capaces de atrapar un momento de felicidad, de auténtica camaradería.
Me maravillé con la fuerza con que las plantas, líquenes y algas proliferan en nuestro desierto chileno. Sobre esa no-tan-frágil base, viven insectos y aves.


¡¡¡¡Arbustos en medio del Desierto más seco del mundo!!!!

Los palomos del Desierto en el ocaso

Los flamencos de Chaxa, constituyen un verdadero placer digno de observar. Las cámaras pasaron de mano en mano, todos queríamos plasmar recuerdos a nuestra propia manera. Mau me enseñó más trucos de Fotografía. Aún tengo muchísimo que aprender, entendí.



Esa noche llegamos a San Pedro. Habíamos cruzado el Salar de Atacama, una tormenta de arena, y muchos dolores personales los dejé momificándose en pleno Desierto. Entre verdaderos amigos a veces no hacen falta palabras... la sola presencia de ellos tiene un efecto curativo.
¡Salud por eso!

Como una viñeta de Asterix & Obelix


Continuará...

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